Miro el panorama y me quedo anonadada. Oigo declaraciones y un zumbido me alarma de la extraña situación que acontece. Huelo el pastel, y percibo un desagradable aroma a desagradecido.
Lo cierto es que no dejo de sorprenderme de las palabras de algún que otro jugador del que prefiero guardar silencio para no hacer leña del árbol caído, pero del que todos ustedes han oído hablar en numerosas ocasiones por la calidad de sus botas. Ya se que la memoria es frágil y que a veces, más que endeble memoria, lo que tienen algunos es un fallo de coordinación elemental. Pero para eso estamos nosotros, los sevillistas, para refrescarle (con agua bien cristalina) su mísero pasado.
Y hablo bien cuando me refiero con el término “mísero”, porque el pasado de más de un “sevillista” que ahora milita entre las grandes estrellas del fútbol mundial se habría dado golpes contra la pared si un club como el Sevilla F. C. no hubiera puesto sus visionarios ojos sobre ellos. Entonces, en aquellos momentos, agradecieron el gesto de los de Nervión y besaron los pies de quien se planteó sanear el club y hacer de ese centenario club anclado en la pobreza deportiva un Sevilla moderno acorde a las nuevas tardes de gloria que esperaba dar a los aficionados rojiblancos.
Solamente con escuchar el majestuoso nombre de nuestro equipo, se lanzaban como chinches con pseudoverdades recordando su total disposición. ¡Claro! ¿No se van a ofrecer al Sevilla, si más que un sueño, pensaron en él como trampolín a Europa? Estoy segura, que ninguno de ellos imaginó nunca vivir lo que ahora acontece, ni mucho menos hacerlo en un club “modesto” como el Sevilla.
Y a pesar de todo, siguen “dando la lata” desechando la idea de que la vida es quien pone a cada uno en su sitio tarde o temprano. Por si los más incrédulos quieren echar un vistazo, hay están los datos que hablan por sí solos.
Hoy día, el Sevilla es uno de los equipos más envidiados de todo el fútbol internacional y los llamados “equipos grandes” se baten a golpe de talón por hacerse con los favores de la calidad de sus jugadores, en su mayoría salidos de la cantera más preciada. Por ello, no acabo de frotarme los ojos al comprobar actitudes y comportamientos a estas alturas. ¡Pero, por Dios! ¿Tan desagradecido es el mundo del fútbol? ¿Tantas esperanzas tienen en si mismos que osan a dar lecciones a quienes sí APROVECHARON LA OPORTUNIDAD de hacerles sentir verdaderos futbolistas? Porque es eso lo que dices, ¿no? ¡Que hay que aprovechar las oportunidades! Pues eso es lo debería hacer nuestro presidente José María Del Nido, aprovechar la ocasión no sin antes hacer sonar las caja registradora con los millones de €. ¡Que mejor sólo que mal acompañado¡
Y recuerden: que aquí nadie es imprescindible aunque todos necesarios! Y si al final te quedas en la capital andaluza contra tu deseo, no escatimes en disculpas a la afición porque esa sí que es leal a unos colores y hará que nunca arrincones tus desafortunadas manifestaciones.
Rocio Fidalgo Vela
2 comentarios:
bien Rocio estoy totalmente de acuerdo contigo
un saludo
BRAVO
que bien dicho
VIVA EL MEJOR EQUIPO DEL MUNDO
VIVA EL SEVILLA F C
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