Ayer domingo volvimos a ver un partido del Mejor Equipo del Mundo, de pretemporada (que a nadie se le olvide) en Estados Unidos.
Andaba yo ilusionado por ver a los nuevos fichajes de esta temporada y la verdad es que me agradó muchísimo las tres caras nuevas que vimos en el equipo titular. El portero De Sanctis es un porterazo, y lo demostró con sendos paradones que hizo que el Wisla de Cracovia no se fuera al descanso con el resultado a su favor.
El malí Keita, a pesar de no estar al 100% de su mejor forma física, hizo una buena primera parte, robando bastantes balones y anticipándose a sus rivales, y además, tratando con criterio el balón.
Al central holandés Boulharouz no se le vio tanto, aunque si estuvo en su sitio, incluso salvando un gol debajo de la portería, aunque si le vi dotes de mando, en un momento del partido, viendo a la defensa bastante tranquila, no dudó en arengar a nuestros defensores "echándole una gran bulla".
Nuestro equipo perdió pero fue el ganador de los cuatros equipos que jugaron el torneo. Se trajo para Sevilla el mejor premio, lo que iba buscando. Además de servir para mejorar en el departamento de Marketing, lo goloso era el tema económico. Hace años al Sevilla F.C. lo invitaban para jugar el Trofeo del Olivo (con todos los respetos) en Jaén, y ahora, fijarse donde está nuestro equipo, con los grandes del fútbol mundial, invitado en grandes acontecimientos y representando a Europa en las Américas.
Y es que mientras nos traemos seis millones de euros de Chicago, otros se traen cuatro pateras de Ceuta.
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