Joaquin Caparros

Mucho, más de la cuenta, se está hablando de Joaquín Caparros, y eso, no es bueno para nadie.

Creo que ya es sabido, porque se han hecho muchas referencias al futuro del sevillista Caparros, que su camino está ligado a nuestra entidad. Por muchos motivos veremos a Joaquín por nuestro club, ya que le unen al Sevilla FC un sentimiento muy grande y muchas ganas por trabajar y hacer de este club más grande de lo que es.

Pero lo mismo que tengo claro esto, también creo que todo este lío de la vuelta del utrerano al banquillo sevillista no traerá nada bueno para ninguna de las dos partes.

Me explico. Por un lado, Caparros está aumentando su curriculum de muchos éxitos, consiguiendo retos en los diferentes clubes que está entrenando desde que salio del Sevilla FC. Estuvo cinco años creciendo él y el equipo, así como el club, cogiendo al equipo en segunda y llevarlo a Europa, consiguiendo que cada temporada fuera más buena que la anterior, y subiendo siempre un peldaño hasta ser uno de los pilares fundamentales en estos años de tantos éxitos y títulos conseguidos.

Pero no menos cierto es que en la última temporada que entrenó a nuestro equipo, por la falta de memoria de muchos y no saber reconocer el enorme trabajo de los cinco años que estuvo con nosotros, en nuestro estadio, y en más de un partido, de forma puntual y no por muchos seguidores, se le gritó “Caparros vete ya”, no sé si como he dicho antes por la falta de memoria de los aficionados sevillistas o porque parece ser que en España nos cansamos muy pronto de ver la misma cara al entrenador un año y otro, por muy buen trabajo que esté realizando.

Ante esto, y entendiendo además que el utrerano no es tonto, Caparros decidió por decisión propia abandonar el club y no renovar un suculento contrato que Jose Maria del Nido y Monchi le pusieron por delante.

Fue lo mejor para las dos partes, y no lo digo por lo que vino después, sino que la etapa había que concluirla, porque de lo contrario, sería de forma unánime lo que algunos seguidores le gritaban en los últimos partidos que dirigió al equipo, teniendo que finalizar de una hipotética forma inmerecida lo que tanto le había dado en los cinco años.

Todo quedó ahí, mucha amistad entre las dos partes, muchas formas de agradecimiento que el Sevilla FC, Peñas Sevillistas, etc le han transmitido a Joaquín cada vez que se ha acercado a Sevilla y en definitiva, dejando siempre por ambos bandos la idea de una vuelta de Caparrós a la nómina sevillista.

Joaquín, que es un hombre de club, le ha gustado de siempre mirar por la cantera sevillista, y no se cansa, cada vez que tiene oportunidad, de alabar el enorme trabajo que se realiza a las ordenes de Pablo Blanco, confeccionando grandes futbolistas como todos sabemos, siendo una de las canteras más envidiadas en el futbol español y participativa en la consecución de la Copa del Mundo recientemente conseguida por Jesús Navas, Sergio Ramos y Carlos Marchena.

De esta forma, en esa parcela es donde veo el futuro de Caparros, y futuro quizás algo lejano para lo que muchos lo están viendo en la próxima campaña dirigiendo el primer equipo, algo que indudablemente puede ocurrir, pero que no es mi deseo, y es que soy de los que piensan que “segundas etapas, nunca fueron buenas” y Joaquín Caparros y el Sevilla FC se merecen mucho y todo bueno.