jueves, 7 de mayo de 2009

Visca el Barcelona

Seguro que os preguntáis… ¿qué hace un sevillista como yo diciendo que “Viva el Barcelona”? -escrito en español para que se me entienda-.Anoche cuando el Barcelona marcó el gol del empate me encontraba en uno de los “baretos” del Nervión Plaza y en ese momento se movió el edificio como si se tratara de un terremoto de baja intensidad.

El grito de los aficionados, que llenaban casi todos los locales, se escuchó en todo el edificio, y estoy seguro que éstos no eran catalanes. Más bien creo que serían sevillistas y béticos, porque si en algo destaca nuestra ciudad respecto al resto de Andalucía en el tema del fútbol es precisamente en eso. En Sevilla somos Sevillistas o Béticos. No somos ni del Madrid ni del Barcelona.

Ya lo dejó claro el expresidente del Córdoba, conocido como Sandokán. “Los sevillanos, desde que nacen, son sevillistas o béticos. Aquí en Córdoba son del Real Madrid o Barcelona”. Lo dijo con palabras parecidas, pero de muy mal gusto para transcribirlas aquí.

Yo me alegro que el Barcelona -no Barça- juegue la final de la Champions por dos o tres motivos, al menos muy importantes para mí:

Uno. Porque me enamora el fútbol que está haciendo esta temporada.

Dos. Porque si me dan a elegir como segunda opción, entre Real Madrid o Barcelona, prefiero al Barcelona de los españoles.

Tres. Porque si el Barcelona se proclama campeón de la Champions, significaría que el Sevilla ingresaría una importante cantidad de euros, por la cláusula que se recogió en el contrato de traspaso de Daniel Alves. ¿Cuánto? No lo se. Se comenta que medio millón de euros por título.

Eso me hace desear que sea campeón de Liga -ya prácticamente lo es- porque significaría otro medio milloncejo para la cuenta corriente del Sevilla. Y sintiéndolo mucho por mi admirado Joaquín Caparrós, también deseo que gane la Copa del Rey. Sería otro medio millón de euros.

Es decir, que con un poquito de suerte, mi Sevilla sin comerlo ni beberlo, se embolsará 1,5 millones de euros, la friolera de 250 millones de pelas.

Escrito por Agustín Rodriguez en Columnas Blancas.

No hay comentarios: